Sacrificio para alcanzar el éxito

No hay éxito sin sacrificio

 

Ya estamos en abril y poco a poco se empiezan a ver los primeros rayos de sol. La primavera por fin se está dejando ver, aunque sea de una forma intermitente.

Este mes he optado por no hacer actividad sino por invitaros a reflexionar. Aunque para mí, reflexionar y pensar también son actividades muy importantes que, por las prisas que llevamos siempre, no se le dedican el tiempo necesario.

Esta idea surge por un comentario que me hizo mi profesor de alemán. Estaba bastante triste porque le han rechazado un artículo que había intentado publicar. Cuando te dedicas al mundo de la investigación o estás haciendo un doctorado, tener artículos publicados es algo muy importante. Ante ese rechazo, él se desmotivó mucho debido a la cantidad de horas de trabajo que había invertido para realizar el artículo.

Sin embargo, aunque en algunas ocasiones pensamos que una negativa es injustificada (quizá alguna vez lo sea); tenemos que ver ese NO como nuestro mejor aliado. Nos va a doler, sí. Nos va a parecer injusto, también. Pero ese “no” va a ser el único que permitirá progresar porque se irán puliendo esos pequeños fallos que quizá uno no es consciente que comete. Un NO permite tomar consciencia de lo que aún se está por conseguir.

Recientemente leí un libro que considero de lectura obligada. Se llama “Los últimos años de la magia” por José Antonio Fideu. Ese libro ha sido galardonado con el premio Minotauro 2016. Estoy convencida de que este autor ha sido reconocido en muchas otras ocasiones, pero también sé que en muchas otras habrá recibido negativas, y gracias a ellas ha podido perfeccionar tanto su literatura como para crear esta gran obra de arte. Benditos “NOES”. Gracias a ellos podemos disfrutar de una novela que es un regalo.

Cada uno de nosotros gracias a los noes hemos conseguido ser mejores. Algunos se habrán preparado mejor alguna oposición, otros habrán conseguido entrar en empresas por prepararse mejor las entrevistas de trabajo. Otros, habrán conseguido hacer una dominada perfecta gracias a la crítica de su entrenador. Así, gracias a ese esfuerzo y gracias al no, se consigue la excelencia.


Y tal como dice la frase de este mes “No hay éxito sin sacrificio”; a veces el sacrificio es volver a levantarse después del desánimo que nos produce el temido NO.

 

Cookies_50

Esta web usa cookies para que obtengas la mejor experiencia de navegación. Leer más.