Seguramente habrás oído hablar del estrés laboral y del Burnout. Si no sabes nada de este síndrome, es probable que te sientas identificado con algunos de sus síntomas. Sí es así, ten precaución porque podrías acabar “quemándote”.
El síndrome de Burnout, que en español se traduce como el síndrome del trabajador quemado, se caracteriza por:
Agotamiento físico y mental
Falta de motivación
Cambios de comportamiento
¿Cuál es su sintomatología?
Este síndrome afecta a todas las dimensiones del individuo. Dentro del plano físico nos encontramos con frecuentes dolores de cabeza, problemas de sueño, pérdida de peso, dolores musculares, etc.
También puede afectar a nuestro comportamiento mostrando conductas más violentas, se puede experimentar impotencia, absentismo laboral, abuso de drogas (café, tabaco, alcohol, fármacos, etc.) y superficialidad en el contacto con los demás.
Desde una perspectiva emocional, el trabajador que sufre este síndrome puede experimentar distanciamiento, aburrimiento, impaciencia, irritabilidad, incapacidad de concentración, sentimientos depresivos y un largo etcétera.
Además de todos los síntomas que puede experimentar el trabajador quemado, estos síntomas también afectarán al ambiente laboral, haciendo que en el lugar de trabajo se produzca una disminución de la capacidad de trabajo, pérdida de la calidad de los servicios que se prestan a los clientes y comunicaciones deficientes.
¿Cuáles son las causas del Burnout?
Es difícil identificar una sola causa que pueda provocar este síndrome, se podría decir que es un conjunto de factores lo que pueden acabar provocándolo. Por ejemplo, el nivel de estrés, las exigencias laborales o los horarios de trabajo, pueden ser considerados factores importantes para este síndrome.
¿Qué podemos hacer?
Situaciones que requieran más actividad, esfuerzo o concentración, siempre van a estar presentes a lo largo de nuestra vida. De ahí, la importancia de ir adquiriendo nuevos hábitos y métodos para poder afrontar de una forma efectiva las situaciones que nos provocan estrés. Aprender herramientas para controlar y moderar nuestras reacciones ante esos estresores, nos permitirá tener una vida más saludable, disfrutar en el trabajo, y tener más éxito personal y profesional.